Luego lee la siguiente información:
Jesús en su predicación no hizo otra cosa que dar razón de su vida. Sólo decía lo que antes había vivido.
Todo hombre se siente llamado, cada día, a crecer en humanidad, a ir un poco más allá de sí mismo, a trascenderse.
Jesús quiso crecer en humanidad, sometiendo las cosas, la realidad y la propia vida al servicio de los demás. Había entendido que esto era lo que Dios Padre quería de él.
Había comprendido que este era el proyecto de Dios, el Reino de Dios.
Por ello, Jesús quiso que su vida fuera una respuesta personal a Dios Padre. Por eso, buscaba continuamente su voluntad en todas las circunstancias de cada día, aun en las más sencillas.
Por el contrario, el hombre, a lo largo de la historia, ha vivido con frecuencia dejándose dominar par las cosas, aborreciendo al hermano, odiando, siendo egoísta.
Jesús nuestra referencia de vida
Jesús, al vivir de otra manera, según el proyecto Padre, se constituye para nosotros en: Verdad: La única realización autentica del hombre. Camino: El único camino de identificación según el cual podemos realizarnos como auténticamente hombres. Vida: Nuestra vida será auténticamente humana, en la medida en que reproduzca la vida de Jesús y su manera de relacionarse con Dios, con las personas, con las realidades del mundo. Dios Padre nos ofrece a este Hombre, a Jesús, para que también nosotros lleguemos a ser hombres en plenitud. A eso estamos llamados.
Creer es aceptar ese proyecto de Dios, haciéndolo propio. Creer es aceptar esa Verdad de "hombre", ese Camino de "humanización" esa VIDA de Jesús, el Cristo.
En el camino de Jesús - Un camino que vamos haciendo, día a día. - Un camino que, a veces, no sabemos cuándo hemos comenzado. - Un camino en el que encontramos dificultades. - Un camino que no podemos recorrer en solitario, sino en unión de los que marchan a nuestro lado. - Un camino realizado en grupo, en comunidad, sintiendo en medio de nosotros al Espíritu de Jesús que nos impulsa a caminar. - Un camino que supone el fiarse de los otros y del OTRO, de Jesús, creyendo en él. - Un camino en el que tratamos de reproducir en nosotros la misma vida de Jesús: - Vida abierta a Dios y a los demás. - Vida que llega hasta la entrega completa y la donación por los otros. - Un camino que hemos de recorrer conscientemente, aceptando el proyecto de Dios en todas las dimensiones de nuestra vida: sentidos, sentimientos, racionalidad, "yo" profundo. - Un camino que no vemos dónde desemboca, pero estamos seguros de que tendrá un final feliz, porque lo estamos recorriendo, fiados en la Palabra y en la Promesa de Jesús. - Un camino que nos lleva a ser hombres en la medida del hombre total y plena, Jesús, el Cristo. Decidirse… por Jesús Decirse por Jesús, por su camino, por su estilo de vida es aceptarle como “el valor fundamental”, que orienta toda nuestra vida, a todos sus niveles. Decidirse para Él supone interpretar la vida con sus criterios, con sus formas de pensar y de valorar. Decidirse por Él es optar por ser un hombre serio, totalmente humano, profundo, libre, justo: un hombre a la altura del Evangelio. Decidirse por Jesús, seguirle: he ahí el camino de la fe. Supone... - Revivir en nosotros a Jesús como proyecto de hombre, según su estilo de vida, sus actitudes ante la vida y las personas, sus valores. - Reproducir en nosotros las actitudes de Jesús ante los acontecimientos de la historia, su forma de actuar, su mentalidad, su forma de perdonar y de amar. - Reconstruir el mundo según el plan de Dios, poniendo como fundamento el amor y la comunión. En ese mundo las coordenadas son: o EI ser, y no el tener, o EI servir, y no el poder, o EI darse, y no el aprovecharse de los demás, o EI usar de las cosas con sentido cristiano y no el abusar de ellas. |